goku o zero

Hoy acudimos nuevamente al polvoriento arcón de los recuerdos, pero apelando a los suyos, que son unos veteranos (?), porque realmente yo de esto sólo tengo conocimiento desde hace unos tres años, afortunada o lamentablemente (juzguen ustedes) no lo viví en carne propia (?).
“Zero y el Dragón Mágico” se trató nada menos que de la primera versión de Dragon Ball doblada para latinoamérica. Para conocer más detalles, adentrarse en lo profundo (?) del post…
Eran finales de los ’80 y el éxito arrollador de Dragon Ball en Oriente lo catapultó al mercado norteamericano. Antes de que en 1995 la reconocida empresa Funimation se hiciese cargo de la producción yankee con el doblaje en inglés que la mayoría conoce, fue Harmony Gold la que intentó infructuosamente llevar a Dragon Ball a la pantalla chica (y por aquél entonces era muy raro encontrar LCD’s de cuarenta y pico pulgadas, así que eran todas bien chicas (?)) de los lastrahamburguesas. 


Pero la Jarmony (?) lo hizo efectuando ligeros (?) cambios al producto original, como es costumbre en su enorme y omnipotente país, con esa manía de toquetear todo, censurar, reformular y experimentar con humanos (?).
Para empezar, se cambió toda la banda sonora original por unos divertidos soundtracks de Mickey Mouse (?). Los openings y endings fueron reemplazados por el Himno Nacional estadounidense (?). También metieron mano en los efectos especiales. Consideraron que faltaban explosiones colosales (?) y se las añadieron.
Pero el cambio más significativo fue el de los nombres, de los cuales sólo se salvaron Roshi y Chaoz, vaya uno a saber por qué.
En la versión de la Barrick (?) Gold, estos fueron los nombres:
  • Gokú: Zero
  • Bulma: Lena
  • Oolong: Mao Mao
  • Yamcha: Zedaki
  • Poar: Sparkles
  • Krillin: Bongo
  • Lunch: Marrilynn
  • Ten Shin Han: Shinto
  • Tao Pai Pai: General Tao Pei
  • Karin (atención con este…): Whiskers the Wonder Cat
  • Maestro Tsuru: Lord Wu Zu
  • Shenron: Dragon God
  • Villa Pingüino (hogar de los personajes de Dr.Slump): Happy Valley
Finalmente, de esta bazofia se produjeron 60 episodios, de los cuáles sólo se emitieron 5 en EE.UU. Actualmente, por aquellos lares se conoce a este doblaje como “The Lost Dub”.
Pero la historia de esta esperpéntica versión no termina acá, por desgracia. Si en yanquilandia acostumbran a meter mano en todo, más abajo en el globo, sí, ahí, en territorio latinoamericano, es habitual que compremos pescado podrido, productos piratas, sistemas educativos obsoletos (?) y todo el descarte del llamado “Primer Mundo”. Fue así como las aventuras de Zero desembarcaron en México, donde se dobló por primera vez la serie a partir de la versión de Harmony Gold. Para qué (?).
En el país del chile, los tacos, el glorioso Chavo del Ocho, y los mariachis (?), alguien (?) se hizo responsable de doblar los 60 episodios producidos por Harmony Gold. Algunos nombres se mantuvieron, otros se cambiaron y unos pocos afortunados siguieron fieles a la versión original nipona.
Gokú siguió siendo Zero, Yamcha se llamó
Mariano Sokidan
Zedaki, su compinche Poar fue Squiker (o algo así) y Oolong llevó con orgullo el nombre de Mao Mao, y usualmente danzó el baile homónimo (?) (sólo para capusotto-entendidos). Bulma siguió siendo Bulma, mientras que a Krillin le endosaron un nombre más campechano (?) como Cachito (?) y a Lunch le mandaron Lanchita (?).
No en todos los países latinoamericanos se emitieron los 60 dichosos episodios, creo que en México sí. El Opening no estaba doblado y conservaba la versión en inglés realizada por Harmony Gold.
En Argentina, por ejemplo, esta fue la primera versión en transmitirse, en el año 1994, a través de ATC (Canal 7, TV Pública, o sea, el canal del Estado). Llegó a estas tierras de manera cuanto menos curiosa. La compañía fabricante de juguetes “JOCSA” acordó con la arrchiconocida Bandai comercializar muñecos de la serie en la Argentina. Aunque parece que se descuidaron algunos detalles. Zero y el Dragón Mágico llegó a la pantalla, pero en las jugueterías lo que habían eran muñecos de Dragon Ball Z, o sea, nada que ver. El proyecto fue un rotundo fracaso y la serie dejó de emitirse.
Un año más tarde, el memorable canal infantil Magic Kids volvió a apostar por Zero y el Dragón Mágico, transmitiendo los 11 episodios que se habían visto en 1994 por ATC.
Después vino lo sabido por todos. Dado el enorme potencial de la serie y su éxito alrededor del mundo, en México se pusieron las pilas e hicieron un doblaje a la altura, a cargo de la empresa Intertrack, en la que es una de las versiones más fieles al original japonés que se puedan encontrar.
En Argentina, esta versión definitiva llegó en 1997 (un año después de que empezara a emitirse en México), nuevamente de la mano del canal Magic Kids, y duró hasta el año 2001, con el final de Dragon Ball GT.
Yo no puedo recordar bien si lo primero que ví fueron los episodios con el doblaje inicial, es decir, en el que Gokú se llamaba Zero, o directamente los de la versión conocida. Por entonces era muy chiquito. En el ’96 tenía 5 años, así que todo lo que recuerdo es muy difuso.
Ustedes imagínense tan sólo lo que habría pasado si la primera versión, una verdadera aberración, hubiese prendido decididamente en el público. Se hubiese seguido con dicho doblaje, manteniendo esos nombres de fantasía, y hoy se nos reiría medio mundo por los nombres ridículos, así como muchos latinos hoy se burlan de los doblajes españoles y sus exóticos y particulares nombres.
Cuánto más difícil hubiera sido entenderse en los foros o mismo en blogs como este, entre españoles y latinos, si en latinoamérica hubiésemos adoptado nombres como “Zero” o “Cachito”. Sería un cambalache de nombres.
Y bien, para cerrar, algunos videos de esta verdadera perlita del doblaje latinoamericano… Zero y el Dragón Mágico (!!!!)

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